¿Tienes la sensación de que tu perro bebe más agua de lo normal últimamente y no sabes si deberías preocuparte o dejarlo pasar?
Si llevas unos días observando que tu compañero peludo bebe más agua de lo que es habitual en él, mantén la calma, pero estate atento: los motivos pueden ser de lo más diversos.
Para empezar, debes saber que el balance hídrico, esto es, el equilibrio entre la pérdida y la ingesta de agua, se mantiene mediante el ajuste entre los ingresos (agua bebida, agua contenida en los alimentos y otros líquidos) y las pérdidas (por vía pulmonar, sudoración, orina y heces).
¿Cuánta agua beben de media los perros?
Un perro sano ingiere, de forma general, entre 50 y 60 ml de agua al día y la cantidad de orina que produce es de aproximadamente 20 a 40 ml al día, lo que supone de 1 a 2 ml de orina la hora. Sin embargo, todo ello dependerá de ciertos factores, ya que hay circunstancias en las que los perros, al igual que los humanos, necesitan aumentar su consumo de agua.
¿Por qué mi perro bebe tanta agua?
Algunos de los factores que influyen en que tu perro necesite más hidratación podrían ser:
- En días muy calurosos.
- Cuando han realizado más actividad física de lo habitual.
- Cuando están llevando una dieta a base de pienso seco en lugar de comidas húmedas.
Los perros jóvenes necesitan más agua
Otro factor determinante en la cantidad de agua que consume tu perro es su edad. De forma general, los perros lactantes y los cachorros necesitan ingerir mayores cantidades de agua al día que los perros adultos y los ancianos.
Tratamientos que pueden aumentar la sed de tu mascota
También debes tener en cuenta que, si le estás suministrando a tu perro un tratamiento con medicamentos diuréticos y/o corticoides, es muy posible que este sea el motivo de su necesidad de incrementar su consumo de agua.
Nuestro tip: lleva siempre un bebedero portátil
Para asegurarte de que tu perro esté siempre correctamente hidratado y tenga acceso a agua limpia en cualquier circunstancia, considera el uso de un bebedero portátil. Echa un vistazo a nuestros bebederos Watadog, ya que son reutilizables, prácticos y fáciles de llevar, lo que lo convierte en una opción conveniente para viajes, paseos y actividades al aire libre.
¿Debería preocuparme si mi perro bebe mucha agua al día?
Si crees que la ingesta excesiva de agua (más de 100 ml de agua al día por kilo de peso, también conocida como polidipsia) de tu perro no se corresponde con ninguno de los casos anteriormente mencionados, estate alerta: podría deberse tanto a factores psicológicos o relacionados con el estrés, como a una serie de enfermedades o patologías que evaluaremos a continuación. Estas son algunas de las enfermedades que pueden hacer que tu perro beba más agua de lo normal:
Enfermedad renal crónica (ERC)
Los perros afectados por esta enfermedad sufren una pérdida irreversible, progresiva y permanente de su función renal, lo que aumenta su producción de orina y de la cantidad de agua que necesitan ingerir.
Enfermedad de Cushing o hiperadrenocorticismo
Esta enfermedad se caracteriza por un exceso en la producción de cortisol. La síntesis de ADH (hormona antidiurética) experimenta una reducción, lo que incrementa la producción de orina y, a su vez, el consumo de agua.
Diabetes
Los perros afectados por esta enfermedad eliminan el azúcar a través de la orina llevando consigo también agua del cuerpo, lo que hace que puedan presentar una sed excesiva que les lleve a tomar más agua de lo habitual.
Enfermedad de Addison
Esta enfermedad se caracteriza por una deficiencia de cortisol que puede conllevar un aumento de la excreción de agua que, en algunos casos, podría provocar una deshidratación grave.
Enfermedad hepática
El aumento en la ingesta de agua es una de las múltiples consecuencias de los problemas del hígado en los perros, especialmente frecuentes entre los de edad avanzada.
Pionera
Se trata de una enfermedad grave y potencialmente mortal que afecta al útero de las perras en este caso y se caracteriza por la acumulación de pus dentro del mismo. El aumento de la sed y de la frecuencia de la micción se encuentran entre sus síntomas.
Muchas de estas enfermedades irán acompañadas además de pérdida de apetito y peso, vómitos y diarreas. Recuerda que, ante cualquier señal de alarma, lo mejor es llevar a tu perro al veterinario para que le proporcione el diagnóstico y tratamiento adecuados.
